Parecería ser que el hecho de mantenerse fuera del estrés, del mal humor y del estar centrado en los problemas que se nos presentan a diario, llegando con ello al estado de felicidad sería un remedio contra los problemas cardio-vasculares.

Pruebas llevadas a cabo con más de 1700 personas han demostrado que aplicándoles a los pacientes diferentes niveles de lo que denominan como "Afecto Positivo",  se puede reconocer en cada uno de los niveles aplicados que el riesgo a medida que el "Afecto Positivo era incrementado en un nivel, los pacientes lograban un 22% menos de posibilidades de desarrollar posible enfermedades cardíacas.

De igual modo evitar fumar, tener sobre peso y estar sumergido a bajos niveles de afecto positivo, todo ello ayudaría a evitar estos problemas.

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Ahora es nuestra tarea comenzar a crear rutinas que nos acerquen más a la felicidad que a concentrarnos en aquello que incremente nuestro estrés y mal ánimo.